miércoles, 19 de septiembre de 2012

"CONSEJOS" A UNA MAMA NOVATA

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He de confesar que tengo remordimientos. A lo mejor no son extremadamente graves, pero el otro día caí en el error que siempre he aconsejado no escuchar: no hagas caso de lo que digan. Y esta vez, yo, entre otras, fuimos las que dijeron.
Sábado por la noche, plaza de un pueblo pequeño, tres mamás y una pobre futura mamá... ¿Cual creeis que es la conversación?. Pues sí... EL MOMENTO DEL PARTO. Ese momento entre mágico y horrible, maravilloso y aterrador, largo y esperado. Ese momento que es único en cada una de nosotras, que no se va a repetir en otra mamá por mucho que todas dilatemos, nos pongan la epidural, nos duela, nos duela mucho más, sea de riñones o no... da igual, cada parto es de una manera y cada una lo vivimos como en ese momento podemos.
El caso es que allí estábamos, en una noche fantástica, con una temperatura casi ideal, después de no vernos en prácticamente todo el verano, comentando que la futura mamá, dentro de más o menos 6 meses va a tener que pasar por ese momento que, cuando eres primeriza, no sabes lo que te deparará. Pero para eso estábamos las demás:
Mamá veterana:  "Yo estuve más de 12 horas de parto".
Mamá novata: (con vocecilla): "Eso es lo normal, ¿no?". (Pobre, lo tiene asumido... hasta sonrie).
Mamá veterana: "Y lo peor fue al final. Se me salió el catéter de la epidural y estuve sin anestesia desde los 8 cm. de dilatación hasta que vinieron a llevarme a paritorio".
Mamá veterana: "Bueno, eso es lo peor. Cuando vienen a llevarte a paritorio y ya estás tan agotada que no sabes qué hacer".
Mamá novata: (no habla, solo nos mira).
Mamá veterana: "Menos mal que al final se dieron cuenta de lo del catéter y me ofrecieron la intradural"
Mamá novata (sonrie pero menos): "¿La intradural?".
Mamá veterana: "Si, te pinchan directamente en la columna... Menos mal que me la pusieron".
Mamá novata: "Ay! que mal cuerpo de me está poniendo".
(A pesar del aviso, las demás seguimos bla, bla, bla).
Mamá veterana: "Pero lo ideal es que te duerman lo justo, para poder empujar".
Mamá veterana: "A mi me provocaron el parto porque llevaba casi una semana con contracciones y ya no aguantaba más. Vamos, que le tuve que mentir al médico para que me lo provocara".
Mamá veterana: "Pues yo rompí aguas en casa y tuvimos que irnos pitando. En ese momento no me dolía nada, pero después de un rato...".
Mamá novata: ........ silencio. Ya no sonrie.
Mamá veterana: "Pues el mío que era de riñones..."
Mamá veterana: "Esos son los peores. El mío también era de riñones"
Mamá novata: (Ya no sonríe, ni opina, ni nada..)
Después de más de 20 minutos hablando del tema, la mamá novata no sabe qué va a hacer con esa cosita que tiene dentro. Piensa que ahí no se va a quedar, pero viendo el panorama, posiblemente pida una cesárea y fin de todos los males.
Y la cosa no acabó ahí. Cuando despachamos agusto el tema PARTO empezamos con el tema POSPARTO que dió para otro buen rato. Luego pasamos a los primeros días del bebé en casa y en ese punto, la mamá novata decidió que ya era hora de irse a dormir, que estaba agotada (¿será por el embarazo?... nooo, estabas empachada de historias para no dormir).
En fin, que si la mamá novata leyera este post le diríamos, a modo de moraleja: NI CASO.
Además, por malo que sea (que lo es, je, je)... ¿por qué algunas repetimos y otras locas lo hacen varias veces?.
Besos a mi mamá novata. Pilar, disfruta de tu embarazo. Es lo más maravilloso que te va a pasar en la vida.


lunes, 3 de septiembre de 2012

PREPARADOS, LISTOS....YA!!


Y empezamos un nuevo curso, tanto escolar como personal. Se acabó el verano y los recuerdos de las vacaciones nos parecen taaaan lejanas (por lo menos las mías que fueron a finales de Julio). Ahora toca empezar otra vez, volver a la "bendita" rutina que es como cada estación del año: cuando estamos en ella deseamos que pase y empiece una nueva y así constantemente.
Llega el momento del orden, de poner todas las cosas en orden, de ordenar nuestro tiempo, nuestras comidas, nuestras horas de sueño, los libros del cole, la mochila, la ropa de verano y la ropa de invierno, las salidas y las entradas, los fines de semana... Toca despertar de la siesta del verano, con las pilas a tope y mil millones de cosas por hacer. Por hacer y por querer hacer. Es hora de reencuentros y de ratos de charla y risas porque, aunque solo hace un par de meses que no nos vemos, parece que nos tenemos que contar toda una vida.

Es un buen mes para respirar hondo y volver a dar un paso adelante.








Solo falta que llueva... que llueva mucho, mucho, mucho.